Tu nube contamina y seca ríos en todo el mundo

Todes guardamos cosas por inercia, nos impulsa la ansiedad de perder ese recuerdo tan importante o lo guardamos por la pereza de borrar. Creemos que es gratis para nuestro bolsillo, pero el costo para el planeta es real, constante y no para de crecer. ¿Cuántas de esas 10.000 fotos en tu teléfono volverás a ver antes de morir? ¿Cuántas capturas de pantalla antiguas conservas "por si acaso"?

Si has comprendido esta conexión, es natural y hasta saludable que ahora mismo sientas un poco de ecoansiedad. La idea de que uno de nuestros hábitos digitales más frivolos y triviales esté contribuyendo a una crisis global puede generar un poquito de angustia, impotencia y culpa. – te abrazo, me hago cargo y te sostengo –

Debes comprender que el intercambio es desigual

Te presento el modelo de negocio que ha conseguido que normalices este derroche:

Tú ofreces tus datos personales y de rastreo, tu contenido, tu atención y abandonas inconscientemente tu derecho a salvaguardar tu privacidad.

Ellos ofrecen un espacio de almacenamiento "gratuito" e ilimitado.

Todes pagamos poniendo en jaque un poco más al ecosistema con agua, energía y los recursos naturales necesarios para mantener los servidores 24/7 funcionando.

¿Cómo yo llegué a aquí? Te voy a presentar a unas amigas: Tu nube seca mi río

Mi activismo desde que las conocí es concienciar a mi entorno de lo que realmente cuesta una nube

"Tu nube seca mi río" nos ayuda a transformar un acto muchas veces automatizado de guardar en la nube en una elección ética y política. Nos convierte de usuarios pasivos en ciudadanas digitales responsables. Al limpiar nuestra nube, no solo liberamos espacio; estamos defendiendo un río, protegiendo un recurso vital y rechazando la lógica del consumo infinito en un planeta finito. Es un acto de cuidado tanto para el ecosistema como para nuestra salud mental, cambiando la ansiedad por agencia y la culpa por propósito.

En este jardín hay un pozo, todo lo mencionado anteriormente te hace ser consciente de que cada like, cada backup, cada correo sin borrar, es un vaso de agua que se extrae de este pozo del que bebemos todas.

Frente al río menguante y la nube voraz, tu acción se vuelve urgente. ¿Cuál es tu primer vaso de agua que devuelves al pozo?